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Branding para LUCÍA VIDAL
Para trazar la nueva imagen Lucía Vidal Beauty, nos hemos basado en los adjetivos que definen su trabajo: delicadeza y sencillez, trasladados a la flor de la paniculata, también conocida como ʻflor nube’.
Así, aunamos el vínculo de Lucía con Galicia, representado por una nube, con la belleza de una planta especialmente presente en el mundo de los eventos. Esto, nos permite acotar el sector profesional al que pertenece la marca y definir la línea estética de la misma.
Una vez decidido el qué representa a Lucía, nos adentramos en el cómo, y para crear la parte gráfica del imagotipo, partimos de la silueta de la paniculata.
Una de las características ornamentales más llamativas de la paniculata es que se desarrolla en grandes masas de pequeñísimas flores. Si las observamos en conjunto, parecen nubes, espuma… pero si las estudiamos de forma individual semejan bolas de algodón o brochas, ambos elementos muy presentes en el día a día de Lucía.
Así, descomponiendo un ramo de paniculata conseguimos extraer tres siluetas de esta flor, diferentes, pero similares, como están presentes de forma natural y que servirán como punto de partida para crear la parte gráfica del imagotipo, el icono distintivo capaz de aportar un valor diferencial frente a la competencia.
El símbolo se apoya en la parte legible de la imagen de marca –LUCÍA VIDAL–, que emplea una tipografía con serifas que aporta a la marca carácter, formalidad, delicadeza y precisión; el subtítulo –BEAUTY–, emplea una tipografía de palo seco, muy versátil y con una legibilidad impoluta.
Finalmente, la gama cromática escogida es de azules que enlazan nuevamente con el concepto de nube y marca distancias con la competencia, que con frecuencia se inclina hacia tonos rosados o nudes. Además, el azul transmite calma, serenidad y elegancia, y todos ellos son adjetivos que definen a la perfección el trabajo de Lucía Vidal.